Argentina y Ecuador: dos peones de Estados Unidos en su estrategia contra la unidad latinoamericana.

Por: Alejandro M. Díaz

“Divide y vencerás” es una vieja frase que data de los tiempos del Imperio Romano y su emperador Julio César. A pesar de su antigüedad, su vigencia y eficacia en su aplicación, son notables a día de hoy.

Para las naciones explotadoras, a lo largo de los años, siempre ha sido un objetivo mantener divididos a las naciones explotadas en función de restarle capacidad para enfrentarse a sus adversarios.

La unidad en América Latina

En América Latina, desde inicios de siglo XXI, el sueño integracionista de Bolívar y Martí resurgió con el liderazgo del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz y del Comandante Supremo de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Fría.

La Alianza Bolivariana para América-Tratado de Comercio para los Pueblos (ALBA-TCP) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), creadas en 2004 y 2011 respectivamente, son los más claros ejemplos de la materialización del sueño de unidad de la “Patria Grande”.

Ambas organizaciones surgieron en un contexto latinoamericano caracterizado por el ascenso al poder de gobiernos de izquierda en varias naciones como Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Honduras y Uruguay.

El objetivo tanto del ALBA-TCP como la CELAC son los plasmados por José Martí en su ensayo “Nuestra América” cuando dijo: “Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.

Estados Unidos contra la unidad latinoamericana: Ecuador y Argentina

En este escenario, Estados Unidos, quien considera a América Latina como su patio trasero, la desprecia como tal y solo la utiliza en función de sus intereses geopolíticos, se propuso “destruir” el movimiento integracionista.

En función de ello se promueven todo tipo de acciones como golpes de estado (Honduras), “lawfare” (Brasil, Ecuador), guerras híbridas (Cuba, Venezuela y Nicaragua) y el apoyo a candidatos de derecha que una vez en el poder, respondan a sus intereses. Aunque de esto último hay varios ejemplos, en esta ocasión nos concentraremos en los actuales gobiernos de Ecuador y Argentina.

La llegada al poder en noviembre y diciembre de 2023 de Daniel Noboa y Javier Milei en Ecuador y Argentina respectivamente, sin lugar a dudas, ha significado un giro contrario a la lucha por la integración latinoamericana.

Muestra de lo anterior es el apoyo que desde sus inicios les ha manifestado Estados Unidos a ambos gobiernos. Papel destacado es el de la Jefa del Comando Sur, General Laura Richardson, quien viajó en enero a Ecuador (1) y en abril a Argentina (2), siempre proponiendo “acuerdos de seguridad” para enfrentar el “complejo escenario regional e internacional”.

Otro elemento son las constantes críticas de esos países contra gobiernos de izquierda de la región como Cuba, Colombia, Venezuela y por último y más grave, México.

A la Embajada del hermano país mexicano, en la noche del 6 de abril, un grupo de uniformados irrumpieron por la fuerza en la sede diplomática con el objetivo de detener al exvicepresidente Jorge Glass bajo delitos infundados similares a los emitidos años atrás contra Rafael Correa, Lula da Silva y Dilma Rouseff durante los llamados “lawfare”.

Ante este hecho tan grotesco y vulgar hubo un rechazo internacional unánime. Tal fue así que, aunque con un lenguaje tecnicista y poco claro, Estados Unidos, la OEA y Argentina se vieron obligados a referirse al tema.

Al gobierno de Noboa poco le interesó la Convención de Viena o el Derecho Internacional, la orden fue clara, acabar de una vez y por todas con el “correísmo” y su movimiento “Revolución Ciudadana” para que nunca más vuelva la izquierda a esa nación suramericana. Recuerden que las próximas elecciones presidenciales ecuatorianas deben ser en febrero de 2025.

Milei, por otra parte, ha demostrado un entreguismo sin precedente hacia Estados Unidos. Washington a su vez, utiliza a Argentina no solo como parte de su estrategia geopolítica para “contener” a China en América Latina, sino también para obstaculizar otros procesos integracionistas como “Mercosur” y “Unasur”, al tiempo que abre un frente diplomático contra Venezuela en el actual contexto electoral.

Sobre la relación Washington-Buenos Aires contra Caracas, el incidente más repudiado fue la entrega de Argentina a Estados Unidos del avión B-747 de la “Empresa de Transporte de Aerocargo del Sur” (Emtrasur), el cual se encontraba retenido en territorio argentino desde junio de 2022 a solicitud de Estados Unidos, quien ordenó su confiscación debido a que supuestamente su adquisición por parte de Caracas había violado el régimen de sanciones que impuso Washington a Irán. (3)

El avión se utilizaba para trasladar alimentos y medicinas desde otras naciones hacia Venezuela para de esa forma, aliviar la difícil situación económica de ese país debido a las sanciones unilaterales de Estados Unidos.

La acción concluyó cuando en la segunda quincena de febrero de 2024, circularon videos e imágenes en las redes sociales sobre la destrucción del B-747 en territorio estadounidense, en un claro acto de arrogancia, prepotencia y vandalismo, digno del imperialismo estadounidense y muestra de su trato hacia los pueblos de América Latina. (4)

La lucha no cesa

En el actual contexto latinoamericano, las agresiones políticas, económicas y diplomáticas de Estados Unidos contra los gobiernos de izquierda no cesarán.

Vital en esa estrategia para Washington es revertir, en las elecciones de junio, el proceso iniciado en México por el mandatario Andrés Manuel López Obrador.

Más adelante, en julio, la Patria Grande librará otra “batalla” en las presidenciales de Venezuela donde desde ya, Estados Unidos y sus instrumentos de la oposición venezolana, personificados en María Corina Machado, intentan crear en Caracas una situación similar a la originada por Juan Guaidó en 2019.

En ambos casos, tanto en México como Venezuela, aunque los favoritos son los candidatos de izquierda Claudia Sheinbaum y Nicolás Maduro, lo sucedido en Ecuador con Luis González, quien enfrentó a Noboa en las urnas y marchaba como favorita hasta el momento del asesinato del candidato Villavicencio y la llegada a Quito de “un equipo de investigación del FBI”, es una muestra de que Estados Unidos y la derecha latinoamericana aprovechan cada situación en función de sus intereses, que nunca serán los de los pueblos.

Bibliografía

  1. “Richardson: Estados Unidos tiene un plan de seguridad de cinco años para Ecuador”. 24 de enero de 2024. Disponible en https://www.primicias.ec/noticias/politica/seguridad-estados-unidos-inversion-ecuador-laura-richardson/
  2. Visita de la jefa del Comando Sur: ¿es Argentina un nuevo aliado de EE.UU. en su intento por contener el avance de China en la región? 3 de abril de 2024. Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/2024/04/03/argentina-nuevo-aliado-contener-avance-china-orix/
  3. “EE.UU. despedaza el avión de carga que arrebató a la estatal venezolana Emtrasur”. 29 de febrero de 2024. Disponible en https://actualidad.rt.com/actualidad/500764-eeuu-despedaza-avion-estatal-venezolana-emtrasur
  4. Cuenta en “X” del periodista venezolano y “Premio Nacional de Periodismo 2020”, Carlos Arrellán. Disponible en https://twitter.com/SoyArellan/status/1763124940285386754

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